domingo, 11 de enero de 2009

El círculo del noventa y nueve

Pero qué pasaría
si la iluminación llegara a nuestras vidas
y nos diéramos cuenta, así, de golpe,
de que nuestras noventa y nueve monedas
son el cien por cien del tesoro.
Que no nos falta nada,
que nadie nos ha quitado nada,
que no es más redondo el número cien
que el noventa y nueve.
Que es sólo una trampa,
una zanahoria que nos han puesto ante nosotros
para que seamos estúpidos,
para que tiremos del carro,
cansados, malhumorados,
infelices y resignados.
Una trampa para que nunca dejemos de empujar
y para que todo siga igual.
¡Eternamente igual!
Cuántas cosas cambiarían
si pudiéramos disfrutar
de nuestros tesoros tal como son.

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