martes, 10 de agosto de 2010

dicen que no se puede hablar de amor


dicen que no se puede hablar de amor, sino sólo vivirlo. es cierto. yo también lo creo así. si conozco el amor es únicamente porque tú me lo has hecho vivir y respirar. lo he aprendido contigo. aunque después he entendido que, en realidad, no se aprende nada. se vive y basta, juntos, cercanos y cómplices. el amor eres tú. el amor soy yo cuando estoy contigo.

cualquier noche, incluso la más sencilla, resulta especial contigo. no hace falta nada. poco importa dónde estemos, a mí me parece siempre una fiesta. e incluso cuando reñimos, en contadas ocasiones, a decir verdad, en el fondo me diviertes. porque dura poco y después hacemos las paces.

temgo mil recuerdos espléndidos de ti. a medida que pasa el tiempo me enamoro más y más de ti. más de lo que creía posible. te quiero cuando sonríes. te quiero cuando te conmueves. te quiero mientras comes. te quiero bajo la ducha. te quiero en la playa. te quiero por la noche. te quiero al atardecer. te quiero al mediodía......

miércoles, 26 de mayo de 2010

Tú y yo


Tú y yo al otro lado del mar,

tú y yo soñando sin parar,

tú y yo como dos niños pequeños,

tú y yo jugando al amar.


Tú y yo dos cuerpos que se encuentran,

sin aliento y con ansiedad,

y no nos separaremos

hasta que el corazón detenga su andar.

miércoles, 3 de marzo de 2010

Madrid





Este fin de semana mi vida ha crecido. Ha sido demasiado bueno y muy intenso y eso hace que, aunque lo que me espera en las próximas semanas es muy duro, me parezca que todo merece la pena.






Para empezar, he vuelto con "mis abuelos", no biológicos, sino un grupo muy simpático de ancianos con graves problemas de memoria (entre ellos varios con demencia tipo Alzheimer) a los que damos clase y evaluamos habitualmente para hacerles un buen seguimiento en un programa de reminiscencia (les ayudamos a que no pierdan recuerdos de su infancia, su primer amor...) y estimulación cognitiva (para que sus funciones superiores se conserven durante más tiempo).






Pero fue más enriquecedor (teniendo en cuenta que los abuelos es una de las mejores cosas que me han pasado en mis años de carrera) el viaje a Madrid. Mi chico estuvo allí toda la semana pasada en una feria de universitarias informando a los jovenzuelos (sobre todo jovenzuelas, XD ), así que me invito a pasar juntos el fin de semana. Mis primos llevan viviendo allí unos cuantos años y no les había visitado así que aproveché para llamarles y pasar un rato juntos ya que a veces, no podemos pasar todo el tiempo que queremos con personas muy importantes para nosotros.






Había esperado mucho ese momento, presentar a mi primo la persona más importante que hay en mi vida. Ambos son muy diferentes (por lo menos en la superficie), y yo deseaba que el momento llegara. No pudo ir mejor, fue una noche perfecta, allí estábamos 3 primos y nuevas personas que ahora comparten nuestra vida, todas importantes para nosotros, todas formando parte de un todo. En ese momento me sentí muy a gusto conmigo misma, mi novio cómodo entre mi gente, y yo dejaba de ser la niña de la familia.






Hay momentos que suponen un punto de inflexión, a veces positivos y otros no tanto. En esta ocasión, no podía haber salido mejor.

martes, 12 de enero de 2010

Vuelta de página


Otra vez en Salamanca, otra vez de exámenes y sin embargo, me siento la persona más feliz del mundo. Después de pasar las Navidades en casa de mis padres, rodeada de familia, amigos y conocidos; haciendo todo a medias (medio estudiaba, medio salía); te das cuenta de que la vida es un proceso, un camino que recorres tú solo, hay personas muy importantes que te acompañan durante más o menos tiempo, pero es dinámica, no para. Y la gente va pasando, algunas personas permanecen, otras están físicamente pero no las sientes cercanas. ¿Qué pasa? ¿tenemos que lamentarnos? Yo creo que no. Las personas evolucionan (o por lo menos la mayoría) y nuestra personalidad, nuestra cognición, cambia. No es bueno atar a las personas. Hay que atreverse a pasar página.


Nunca sabes cuándo te vas a encontrar a personas especiales, que van a dejar una huella profunda en tu vida. Esas aparecen cuando menos te lo esperas. Y poco a poco, tus decisiones se van haciendo más importantes (también más difíciles). ¿Qué hacer con nuestros estudios, con nuestro trabajo, nuestro futuro? Pero en realidad es , ¿qué es lo que creemos nos va a hacer felices? La vida de las personas se caracteriza por la búsqueda constante de la felicidad. Pero también por la evitación del sufrimiento (aunque en pequeñas dosis nos guste).


Esto no tendría nada de malo.... Pero es que no nos damos cuenta de cuándo somos felices. Nos amargamos intentando encontrar la felicidad como estado vitalicio y no somos conscientes de que tenemos periodos de felicidad, y los dejamos escapar como un suspiro. Esos momentos, hay que disfrutarlos, no intentarlos "encerrar" y tratar que nada cambie en nuestra vida, sino disfrutarlos, como el helado de las terrazas de verano. Pues queramos o no, el flujo de la vida continúa sin nuestro permiso, y las circunstancias cambiarán. Quién sabe, quizás para mejor.


Eso fue mi error. Intentar mantener un estado más o menos favorable durante mucho tiempo. Una situación tranquila en un determinado ámbito de mi vida (el de mis amigos) pensando que quizás nuestros cambios personales no influirían en nuestra relación. Pero ya lo habían hecho varios años atras. Y no me daba cuenta de que estaba viviendo uno de los momentos más felices de mi vida. Ahora soy consciente de que vamos arrastrando todas nuestras vivencias, que las mías (buenas o no tan buenas) me han servido para crecer como persona, conocer a gente estupenda y vivir con Juancar cosas que jamás había imaginado.


Ahora, pienso en el futuro, sigo haciendo planes (muchos de ellos con decisiones que marcarán muchas cosas), pero siempre pensando en el presente y disfrutándolo. Ya se dijo alguna vez :


"El futuro nos tortura y el pasado nos encadena. He ahí por qué se nos escapa el presente"


Que a mí no se me escape...