Cómo cambian las cosas, hace unos meses no erámos más que unos desconocidos; cada uno con sus proyectos, su pasado... Y ahora, después de todo este tiempo, me siento unida a ti. Me acompañas en este viaje, me cuidas...
Y me quedo mirando tus ojos,
desde el borde de tu hombro,
con tu brazo rodeándome,
y nuestros pies, desnudos
entrelazándose.
Y es en tu mirada, limpia
donde me pierdo,
pierdo la noción del tiempo,
del espacio,
la habitación se va difuminando,
y nada más que tú importas.
Son tus ojos, color chocolate
los que me encienden
y a la vez me calman,
los que me recuerdan cada noche
quién es aquel
a quien mi corazón ama.
1 comentario:
No entiendo como eres capaz de ponerme la piel de gallina sin morderme...xd!
Publicar un comentario